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Bueno voy a dejar un poco de lado el review de influencia genética en el comportamiento social que ya me cansó un poco, solo para meterme de lleno en otra revisión, esta vez acerca de la hipersexulidad.
Hoy en día sigue habiendo gente que niega la existencia de la hipersexualidad como una patología. Según ellos las conductas sexuales extremas son comportamientos naturales y no hay razón para considerarlas una enfermedad. Sin embargo constantemente a través de los medios de comunicación nos llega información al respecto, que Tiger Woods es adicto al sexo, que le impusieron la castración química de algún violador, o se habla del caso de mujeres que no pueden controlar su apetito sexual.
Ya vimos que la ninfomanía y el satirismo, dos de los tantos nombres que recibe la hipersexualidad, pueden ser provocados por daños en la corteza temporal. Sin embargo no todos los adictos al sexo han sufrido daños en esta zona del cerebro. A pesar de la aparente complejidad del fenómeno, la reciente revisión de Kaplan y Krueguer (mayo 2010) reúne información altamente esclarecedora y exhaustiva al respecto.
¿Cómo saber si uno es adicto al sexo?
En el primer apartado de la revisión los autores nos comentan los criterios diagnósticos para identificar la hipersexualidad, permitiéndonos saber cuándo una actividad sexual muy abundante puede ser considerada como patológica.
Puedes tener trastorno de hipersexualidad si:
A. Durante un período de al menos 6 meses, has tenido intensos y recurrentes impulsos, fantasías o comportamientos sexuales asociados con tres o más de los siguientes criterios:
A.1. El tiempo que te han consumido ha interferido con otros objetivos, obligaciones o actividades importantes de tu vida.
A.2. Tu participación en estos comportamientos es una respuesta a estados de ánimo que te producen desagrado (por ejemplo, ansiedad, depresión, irritabilidad).
A.3. Son desencadenados como respuesta al estrés o a acontecimientos de la vida que te perjudican.
A.4. Repetidamente has intentado controlarlos sin lograrlo.
A.5. Este tipo de comportamientos ha generado riesgos físicos o emocionales para ti mismo o para otras personas.
B. Tus conductas sexuales te producen un malestar clínicamente significativo, un deterioro social, laboral o de otro tipo.
C. Estas conductas no son debidas al consumo de drogas.
Así que ya saben manga de pervertidos, si lustran el sable muy seguido y eso les trae problemas, quizás venga siendo hora de hablar con un médico al respecto. En un futuro les voy a ir subiendo más material de este review que me viene pareciendo de lo más interesante.
Comentarios
Sospecho que en la vida real poc@s tienen la posibilidad de serlo.